This feeling...

Llevo queriendo hacer esta imagen desde que vi a Lucy hablar con Capricorn sobre la Primera magia, y mira que de eso hace un montón de tiempo.


History.
Aquel día había sido tan apacible que parecía irreal. Siete años habían pasado, siete largos años que su gremio había sufrido mientras el grupo Tenrou había estado congelado en el tiempo, protegido por la Fairy sphere que la Primera había conjurado. Y ahora ahí estaban, en la playa, disfrutando de un día tranquilo como si nada hubiera pasado, como si esos siete años jamás hubiesen existido, como si ellos nunca se hubiesen marchado.

Pero el tiempo cambia las cosas... no, era más correcto decir que el tiempo había cambiado las cosas. Ya nada era lo mismo, ni siquiera para ella.

Quería fingir que todo seguía igual y pensar que el vacío temporal no había hecho mella en su alma. Pero no podía engañarse a sí misma, y tampoco a la exceed que la acompañaba, caminando a su vera sin rumbo fijo. No iban a un lugar concreto, simplemente disfrutaban del rumor de las olas, del viento jugando con sus cabellos y del mar acariciando sus pies sobre la arena mojada.

Ruby no había dicho ni una palabra, porque a sus actuales ocho años quizá seguía siendo una niña pero comprendía muchas cosas, y sabía que en esos momentos no había nada que ella tuviese que decir. Por eso mismo todo lo que hizo fue sonreír cuando su madre se paró. Se giró para mirarla, viendo cómo el atardecer dibujaba sus facciones y le daba un brillo especial a sus ojos. La vio llevarse la mano al pecho y estaba segura de que había oído su corazón palpitar, con un suave "doki-doki" mientras Akina esbozaba la que, a sus ojos, era una de las sonrisas más hermosas.

- Creo que lo entiendo... -sabía que la gata roja la estaba mirando y escuchando, pese a que ella mirase a la nada y sus sentidos estuvieran centrados en el palpitar que sentía bajo su palma.

Porque el tiempo había cambiado muchas cosas, y por primera vez Akina se permitía ser sincera. Por primera vez admitía lo que era evidente. Porque ya no tenía sentido sentirse culpable, porque un sentimiento tan cálido no podía ser malo, no debía ser motivo de tristeza. Porque admitía que estaba enamorada, y no necesitaba gritarlo a los cuatro vientos como Juvia hacía. No, no necesitaba nada más que esas palabras para comprender que durante todo el tiempo que estuvo a su lado se había enamorado de él.

No sabía cuándo, no sabía dónde, no sabía porqué. Pero le daba igual, porque esas preguntas no tenían importancia, no ahora que su mente dibujaba el nombre y el rostro de ese mago que, sin saberlo, había robado su corazón. No importaba nada, sólo lo dulce que sonaba aquel nombre susurrado en silencio y lo que su simple imagen le provocaba.


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Base: Lucy Heartfilia

Akina Dragnis ©

Base & Fairy Tail ©Mashima Hiro